Inicialmente, cuando se inventó el cine, servía para grabar la vida; por entonces era una extensión de la fotografía. Se convirtió en un arte cuando dejó de ser un documental. Se comprendió que no se trataba tanto de reproducir la vida como de intensificarla. Los cineastas del mundo lo inventaron todo y los que no fueron capaces de inventar tuvieron que renunciar. Alfred Hitchcock se distanció de aquellos directores que se conformaban en registrar la película como si de una obra de teatro se tratara.
Hitchcock formaba parte de otra familia, la de los Chaplin, Lubitsch, Welles. Como ellos, no se conformó con practicar un arte, sino que se empeñó en profundizarlo, escapar de sus leyes, más estrictas que las que rigen la novela.
En este vídeo que cuelgo aquí se puede ver muchas de las técnicas que le hicieron famoso. Era un maestro que supo innovar e inventar nuevos conceptos en su tiempo pero quizás, destacaría, que sabía ver la mente de los personajes y del público mejor que nadie. Por eso, jugaba con nosotros y conseguía el...
suspense.
The Hitchcock Gallery from
Steven Benedict on
Vimeo.
